La Rebelión Morisca de La Alpujarra: La Última Gran Revuelta de Al-Ándalus
Si te interesa la historia y las leyendas de Andalucía, la Rebelión Morisca de La Alpujarra (1568-1571) es un episodio clave para entender la lucha, la resistencia y el legado de los moriscos en España.
Imagina una guerra en las montañas, con emboscadas, castillos asediados y una cultura en riesgo de desaparecer.
¿Qué provocó la rebelión?
Después de la conquista de Granada en 1492, los musulmanes que se quedaron en España fueron obligados a convertirse al cristianismo. A estos conversos se les llamó moriscos, pero seguían practicando en secreto su fe y costumbres. Con el tiempo, la presión sobre ellos aumentó: se prohibió su lengua, su vestimenta y hasta sus baños públicos. En 1567, una ley que les impedía hablar árabe y practicar sus tradiciones fue la gota que colmó el vaso. ¡La revuelta estaba servida!
Un líder carismático: Aben Humeya
Los moriscos eligieron como líder a Fernando de Válor, un descendiente de la nobleza musulmana de Granada, quien tomó el nombre de Aben Humeya y se proclamó rey de La Alpujarra. Su objetivo: recuperar la independencia de los moriscos y expulsar a los cristianos de la región.

La guerra en las montañas
La rebelión estalló en Navidad de 1568 con ataques sorpresa a pueblos cristianos. Los moriscos conocían a la perfección las montañas y los senderos escondidos, lo que les dio ventaja al principio. Saquearon fortalezas y se refugiaron en pueblos de difícil acceso como Pampaneira, Capileira y Bubión.
Sin embargo, los cristianos no tardaron en reaccionar. Felipe II envió a su mejor general, Don Juan de Austria (hermano del rey), con un gran ejército para sofocar la revuelta. Fue una guerra brutal, con batallas sangrientas y aldeas enteras arrasadas.
El final de la rebelión
A pesar de sus victorias iniciales, los moriscos fueron perdiendo terreno. Aben Humeya fue asesinado por sus propios seguidores en 1569, y su sucesor, Aben Aboo, tampoco logró mantener la resistencia. En 1571, la rebelión fue aplastada y miles de moriscos fueron expulsados de La Alpujarra y repartidos por toda España para evitar nuevas sublevaciones.

¿Qué quedó de los moriscos?
A pesar de la derrota, los moriscos dejaron una huella imborrable en La Alpujarra. Sus sistemas de acequias, su arquitectura de casas blancas con tejados planos, su gastronomía y muchas de sus costumbres aún perviven en la región. Hoy, recorrer La Alpujarra es caminar por un libro abierto de historia y cultura.
¿Te gustaría explorar los escenarios de esta increíble historia?
Las rutas por La Alpujarra están llenas de sorpresas y leyendas por descubrir, te recomiendo visitar algunos pueblos clave de este hecho:
✅ Lanjarón – Primera línea de defensa cristiana.
✅ Órgiva – Centro neurálgico de la resistencia.
✅ Pampaneira, Bubión y Capileira – Escenarios de combates y refugio de los moriscos.
✅ Castillo de Juviles – Última fortaleza morisca.
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